16 de octubre: Día Mundial de la alimentación
Cada 16 de octubre celebramos el Día Mundial de la Alimentación, con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de nutrirse en forma adecuada. Esta fecha fue proclamada en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de muerte prematura en el mundo (70%) son las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT), siendo las más frecuentes las enfermedades vasculares (ataques cardíacos y cerebrovasculares), cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes. El principal factor de riesgo metabólico es el aumento de la presión arterial, seguido por el sobrepeso, la obesidad y el aumento de la glucosa sanguínea.
Como podemos ver, muchas de estas afecciones están relacionadas directamente con la alimentación y afectan a personas de todas las edades. “Tomar consciencia de la importancia de una nutrición saludable y abordar la salud con una mirada integral nos acerca a mejores resultados”, comenta Betina Colombaroni (MN 6328), responsable del Departamento de Nutrición de New Garden -principal cadena de tiendas de alimentos naturales de Argentina-.
Ante esta situación, Colombaroni trae 15 tips esenciales para lograr comer sano y rico.
- Si sos mamá lactante, siempre que puedas y quieras, optá y promové la lactancia materna, por su efecto protector contra enfermedades agudas y crónicas, que perdura incluso hasta en la edad adulta.
- “Compartí las comidas con miembros de la familia”, sobre todo si hay niños, ya que es reconocida como uno de los factores protectores de la nutrición, mejora la relación que uno tiene con la comida y fomenta el desarrollo de una buena conducta alimentaria.
- Cultivá en casa; en cualquier maceta, aunque sea pequeña, empezá cultivando tu propio alimento, puede ser una hortaliza o alguna planta aromática.
- Planificá el menú semanal y armá la lista de compras en base a ello. ¡La organización es la base del éxito! Además, ahorrás tiempo y dinero.
- Fijá un día a la semana para cocinar y freezar en cantidad. Esta tendencia, que está en auge entre los famosos, se llama “Batch cooking” y es súper efectiva. No dejes de Invitar a los niños a participar de la elaboración de la comida.
- Comprá “materia prima” (legumbres, verduras, cereales, carnes, huevos, lácteos) para cocinar y reducir la compra de paquetes con comidas ya elaboradas. Menos paquetes y más alimentos reales que nos acerquen a la naturaleza, son claves para una alimentación nutritiva.
- Disminuí el consumo de carnes sobre todo rojas y aumentá el consumo de plantas: frutas, verduras, semillas, legumbres, cereales integrales. No solo es beneficioso para la salud, sino también para el medio ambiente en términos de energía requerida, uso de la tierra, contaminación del agua, efecto invernadero, emisiones de gases y contaminantes producidos.
- Aprovechá las frutas y verduras de estación. Son más económicas, más sabrosas y te ayudan a ir cambiando y sumando variedad en la elección. Si no estás acostumbrado a comerlas, aumentá su ingesta sumando una porción de verduras y una de frutas por día durante una semana. Luego aumentá las porciones gradualmente hasta llegar a 5 por día.
- Utilizá condimentos naturales en tus preparaciones y si es necesario agregá sal sólo al final.
- Reducí a la mitad tu consumo de azúcar y de manera progresiva, reeducando el paladar, tratá de disminuirlo lo máximo posible.
- Cambiá algunos de los cereales refinados (arroz, fideos, harinas, panes) por sus versiones integrales. Probá sabores nuevos como quinoa, mijo, trigo sarraceno y sumalos en ensaladas, medallones, rellenos de verduras y salteados.
- ¡Mantenete activo durante el día, sumá más pasos! Optá por ir caminando o en bici al trabajo, a la casa de un amigo o incluso al ir de compras; si la distancia es muy extensa y utilizás transporte público… bajate unas cuadras antes y sumá pasos. Preferí subir por escaleras y evita el ascensor o escalera mecánica. En la oficina tomate pausas activas y caminá o movete 3 minutos, si tenés que hacer llamados telefónicos realizalos en movimiento. Por último pero no por eso menos importante, sumá alguna actividad física que te guste y puedas mantener en el tiempo.
- Evitá el consumo de frituras e incorporá grasas saludables cardioprotectoras como aceites, frutos secos y semillas.
- Disminuí el consumo de gaseosas y bebidas azucaradas. El agua siempre es la mejor opción, podés combinarla con rodajas de limón, pomelo, naranjas, jengibre, hojas de menta, etc.
- No te olvides de descansar lo suficiente y reducir los niveles de estrés. Un paseo por la naturaleza en familia o con amigos, pisar descalzo el césped, hacer respiraciones al aire libre, meditar, realizar técnicas de yoga, leer un libro, escuchar música y conectarse con uno mismo siempre tienen un impacto positivo en la salud.