Coronavirus, ejercicio y protección “mayor” para los abuelos
Con las altas temperaturas y la inevitable presencia de la pandemia por coronavirus se encuentra entre nosotros y con ella, se deben incrementar los cuidados sanitarios y reuniones reducidas, en la cual también surge la necesidad de encontrar herramientas de ejercicio y estimulación, para las personas mayores que permanecen en sus hogares, debido a que obviamente son consideradas como una población en riesgo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos mayores dediquen un mínimo de 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas. Asimismo, distintos datos epidemiológicos resaltan que las personas que llevan un estilo de vida físicamente activo, tienen un menor riesgo de deterioro cognitivo y de enfermedades cardiovasculares.
Pero esos consejos se presentan con dificultades para aquellas personas que requieren de apoyo o acompañamiento para llevarlas a cabo y que, frente a una pandemia que permanece, sostienen el distanciamiento social preventivo por ser una población en riesgo.
Vida activa
Se ha comprobado que realizar ejercicio físico, junto a la estimulación cognitiva y la actividad social regularmente, contribuyen a mejorar la calidad de vida y la sensación de bienestar personal en las personas mayores.
Con relación a este tema, el doctor Julián Bustin (jefe de la Clínica de Memoria y Gerontopsiquiatría de INECO), relató que “las personas mayores son las más vulnerables en caso de enfermarse con COVID 19, y por lo tanto, es esencial no solo que puedan sostener los cuidados sanitarios si no que también puedan aumentar el ejercicio físico, la estimulación cognitiva y la actividad social de manera innovadora”.
Lo que buscan estos programas es estimular diversas funciones cognitivas como la memoria, la atención, el lenguaje, el pensamiento lateral y el control de los impulsos. Al mismo tiempo, estos espacios sirven para diferenciar el distanciamiento físico del psicológico, al poder entablar lazos positivos y permitir a las personas relacionarse entre sí, con el fin de generar una red social y de apoyo. No debe dejar de considerarse que estudios muestran que la mayoría de las personas mayores prefieren vivir de forma independiente en vez de vivir con sus hijos.
Espacio propio
“Tener un sentido de pertenencia como al que apuntará a generar este espacio, es un escudo contra la soledad, la depresión y la ansiedad. El apoyo social, igual que el optimismo, tienen un gran impacto en el sistema inmunológico, cumpliendo un rol protector en el ser humano”, argumentó la licenciada Giralt Font (subdirectora del Departamento de Psicoterapia del mismo ente).
Entre la vertiginosa vida que llevamos hoy y la estadía del coronavirus, es importante que los adultos mayores estén contenidos en todo sentido.
Diálogo ante todo
A veces la familia se ve afectada por la angustia que sufre un familiar de edad avanzada, ante los cambios que experimenta, tales como el deterioro de la salud y la mudanza a una residencia de la tercera edad o la casa de sus hijos.
El problema es que muchas personas intentan resolver estos dilemas sin hablarlos primero y sin enterarse de las necesidades de las personas involucradas. Por lo tanto, una familia se puede sentir obligada a llevar al abuelo a su casa después de su ataque cardíaco, sin antes preguntarle si preferiría un centro de vivienda asistida o una comunidad para jubilados.El mal uso de los antibióticos .
Advierten sobre el riesgo de tomar antibióticos sin una consulta médica
Estudios muestran que la mayoría de las personas mayores prefieren vivir de forma independiente en vez de vivir con sus hijos. Las familias necesitan hablar con sinceridad sobre los posibles problemas de crear una familia multigeneracional antes de traer al hogar a un adulto mayor.