Cómo se logró que la vacuna Sputnik V se produzca en la Argentina y en qué consiste el proceso de elaboración
El laboratorio Richmond y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) anunciaron este martes la producción del primer lote de prueba de la vacuna Sputnik V en la Argentina en el marco de un proceso de transferencia tecnológica y tras el acuerdo que firmaron ambas partes el 26 de febrero último.
La semana última, el Laboratorio realizó la formulación (envasado) de la sustancia activa en los viales del componente 1 y 2 de la Sputnik V. Este primer lote será enviado íntegramente al Instituto Gamaleya para el control de calidad de la vacuna. “De ser positivo el proceso, la producción a escala comenzaría en junio de 2021”, indicó el laboratorio Richmond en un comunicado.
En este escenario, ¿cómo se llegó a la producción local de la vacuna y qué parte del proceso de elaboración se realizará en el país?
Producción en nuestro país
La Argentina es el primer país de América Latina en producir la vacuna Sputnik V. Según indicó el RDIF, las dosis elaboradas por el laboratorio Richmond luego “podrán ser exportadas a otros países de América Central y América Latina”.
“Sputnik V está aprobada en más de 10 países de América Latina y Centroamérica, y la producción en la Argentina permitirá realizar las entregas a nuestros otros socios”, declaró Kirill Dmitriev, director ejecutivo del RDIF.
En cuanto al proceso de producción, desde el Gobierno nacional señalaron que en nuestro país se realizó la formulación (envasado) de la sustancia activa de la vacuna. Esto significa que en una primera etapa la Argentina importará el antígeno (el principio activo de la vacuna) que será producido por el Instituto Gamaleya, y con ello realizará el proceso de envasado de las dosis.
En el caso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca, en cambio, en nuestro país se produce el principio activo y se envía a México y Estados Unidos, donde es envasada.
Desde el sector de Prensa del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación indicaron a Chequeado que para el desarrollo del primer lote “se agilizaron los trámites para la importación de equipos y del principio activo de la vacuna Sputnik V”. En tanto, informaron que se le otorgó al laboratorio Richmond un crédito para capital de trabajo por casi $ 30 millones y se le dará asistencia financiera por un total de $ 13 millones.
El acuerdo
El RDIF, que representa al Instituto Gamaleya, firmó un memorándum de entendimiento con Richmond el 26 de febrero último, en el que se acordó que el laboratorio de capitales argentinos desarrolle una nueva planta de vacunas en nuestro país, que contemple -entre otras- la vacuna contra la COVID-19.
El presidente del laboratorio, Marcelo Figueiras, dijo entonces que el acuerdo implicaría una inversión “superior a los 60 millones de dólares”. Además, se informó que en el desarrollo participaría, junto al RDIF, el laboratorio indio Hetero Labs, que también produce la vacuna Sputnik V y que “es socio estratégico de Richmond desde hace más de 25 años”. “La incorporación del mismo resulta vital para adelantar el trabajo ya desarrollado por ellos”, se informó en febrero último.
Al firmar el memorándum, Figueiras señaló que el objetivo era comenzar a producir la vacuna en un año, mientras que la directora de Asuntos Técnicos y Científicos de Laboratorios Richmond, Elvira Zini, estiró los plazos a entre 18 y 24 meses. Sin embargo, los tiempos podrían acortarse: tanto el laboratorio como el Fondo Ruso estimaron que si las pruebas de calificación de calidad que realizará el Instituto Gamaleya son positivas, la producción a gran escala podría comenzar en junio.
Al respecto, Figueiras explicó en declaraciones al diario La Nación que en una primera etapa se comenzará a producir “en la pequeña planta que tenemos hoy, hasta que terminemos de construir la que anunciamos, que demorará alrededor de un año”. En ese sentido, adelantó que “empezaremos con 1 millón de dosis mensuales e iremos aumentando hasta llegar a los 5 millones de dosis por mes”.
Cómo funciona la Sputnik V
La vacuna Sputnik V fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya (Rusia). Su aplicación consta de 2 dosis, con diferentes componentes, como se explica acá.
Según los resultados del ensayo clínico de fase III publicados por la revista médica The Lancet, la vacuna cuenta con un 91,6% de eficacia contra la COVID-19, y no se detectaron efectos adversos graves.
Además, esta semana el Instituto Gamaleya del Ministerio de Salud de la Federación Rusa y el RDIF anunciaron que la efectividad de la vacuna Sputnik V es de un 97,6%, según el análisis preliminar de datos sobre la incidencia de coronavirus entre los rusos vacunados con ambos componentes del fármaco.
La vacuna fue autorizada con carácter de emergencia el 23 de diciembre de 2020 por el Ministerio de Salud de la Nación, para ser aplicada por personas de entre 18 y 60 años. Posteriormente, el 19 de enero de 2021 la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) realizó una ampliación del informe técnico y recomendó al Ministerio el uso de la vacuna en mayores de 60 años.
Hasta el momento, nuestro país recibió el 17% de las 30 millones de vacunas Sputnik V comprometidas y aplicó casi 4 millones de dosis, según el Especial de Vacunas que publica Chequeado.