La estrategia de una escuela cordobesa para sostener la continuidad pedagógica
La situación de pandemia nos tomó de sorpresa, como a toda la sociedad. Nos despedimos el viernes 13 de marzo para reencontrarnos al siguiente lunes, pero eso nunca sucedió. En nuestra institución nos llevó dos días organizarnos y poner en práctica un camino que aún seguimos recorriendo, explorando y tratando de mejorar: el camino de la virtualidad.
Un aspecto de nuestra escuela que fue a nuestro favor es que ya contábamos con dos plataformas virtuales desde el año pasado: Mi escuela digital, para lo relacionado a la gestión de notas, asistencias y seguimiento; y EdModo: que permite crear evaluaciones, asignación de tareas y compartir material.
En abril comenzamos con clases virtuales semana de por medio a través de Zoom y Google Meet. A medida que la cuarentena se fue extendiendo, decidimos realizar los encuentros de manera semanal.
Nos sentimos afortunados porque nuestra comunidad educativa cuenta con la posibilidad de acceder a un dispositivo con conexión a internet, y por ello nuestro vínculo con los conocimientos y el acompañamiento es muy estrecho pese a esta situación.
En el inicio de está segunda etapa se habló por primera vez de la escasa posibilidad del regreso a las aulas, y en el caso de regresar lo harían solo los alumnos de sexto año. Por lo tanto tuvimos que ajustar y formalizar ciertas metodologías que veníamos incorporando desde el inicio de la cuarentena como:
-Llevamos un registro, no de notas, sino del proceso de aprendizajes del alumno. Lo que se llama una rúbrica en donde se va realizando y tomando registro de una evaluación formativa.
-Los actos escolares, ya desde la primera etapa, también se realizaron de manera virtual. Fue un desafío y una incertidumbre muy grande para los docentes que estaban a cargo, pero la experiencia resultó hermosa.
Nuestro mundo escolar se volvió 100% virtual y no solo por las clases. Las reuniones de departamento, de personal, reuniones con familias, trabajo con el gabinete pedagógico y los docentes de integración para alumnos con diferentes adecuaciones. Todo es desde la virtualidad tratando de mantener la cotidianeidad que había antes de esta pandemia.