Donald Trump mejora y la Casa Blanca admite que mintió sobre su estado de salud
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió que conocía la amenaza del coronavirus semanas antes de la primera muerte en el país, pero dijo que minimizó públicamente el peligro para evitar sembrar “pánico”, según un nuevo libro del legendario periodista Bob Woodward.
Los comentarios del mandatario republicano, conocidos en entrevistas difundidas el miércoles, fueron denunciados como algo “casi criminal” por su rival demócrata para las elecciones del 3 de noviembre, Joe Biden, líder en las encuestas.
Las grabaciones divulgadas por CNN forman parte de “Rage” (Rabia), el último libro de Woodward sobre la presidencia de Trump, que saldrá a la venta el 15 de septiembre.
En las conversaciones con Woodward, Trump reconoce al inicio de la pandemia que el covid-19 es un virus “muy difícil” porque se trasmite simplemente por respirar y señala que mata más gente que la gripe.
“Se contagia por el aire, Bob (…) Esto es algo mortal”, le dice Trump a Woodward el 7 de febrero.
Pero semanas más tarde, el presidente afirma que deliberadamente buscó no darle trascendencia al tema, incluso después de declarar la emergencia nacional.
“Siempre quise restarle importancia. Todavía me gusta minimizarlo, porque no quiero crear pánico”, señala Trump el 19 de marzo en otra de las charlas con Woodward.
Con más de 190.000 muertes y 6,3 millones de contagios, Estados Unidos es el país más afectado del mundo por el nuevo coronavirus reportado por primera vez en diciembre en China.
“Nos mintió durante meses”
Biden, el ex vicepresidente de Barack Obama, que aventaja a Trump por 6,9 puntos en la intención de voto a nivel nacional según el promedio de encuestas de RealClearPolitics, arremetió contra el mandatario republicano.
“Donald Trump lo sabía. Nos mintió durante meses. Y aunque una enfermedad mortal arrasó nuestra nación, no hizo su trabajo, a propósito. Fue una traición de vida o muerte al pueblo estadounidense”, dijo Biden en Twitter.
“Es repugnante”, declaró luego. “Piensen en lo que no hizo y es casi criminal”.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, líder de los demócratas en el Congreso, consideró que estos intercambios demostraron la “debilidad” de Trump para enfrentar el desafío, así como “su desprecio por la ciencia”.
“Claramente, el presidente no estuvo a la altura”, dijo en la cadena MSNBC, criticando las reacciones de Trump sobre el covid-19: “‘Es un engaño’, ‘Esperamos un milagro’, ‘Se irá mágicamente'”.
“Mostrar calma”
Pero definiéndose como un “animador” de la nación, Trump insistió el miércoles en que su obligación era “mostrar calma” y “fortaleza como nación”.
“Amo este país y no quiero que la gente se asuste”, declaró a periodistas en la Casa Blanca. “No voy a llevar a este país o al mundo a un frenesí”.
“Ya sea Woodward o cualquier otra persona, uno no puede mostrar una sensación de pánico o va a tener problemas más grandes que los que tenía antes“, indicó.
La Casa Blanca aseguró que la única motivación de Trump había sido tranquilizar al público.
“El presidente nunca le ha mentido al público estadounidense sobre el covid-19”, dijo la secretaria de prensa, Kayleigh McEnany.
El propio Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas del país y miembro de la unidad instalada en la Casa Blanca para atender la crisis del covid-19, dijo no tener la sensación de que Trump hubiera alterado los hechos.
“No recuerdo nada que haya sido una gran distorsión en las cosas de las que le hablé”, declaró a Fox News.
Una cuestión de “ética”
Trump consideró que “Rage”, basado en un total de 18 entrevistas grabadas por Woodward con permiso del mandatario entre diciembre de 2019 y julio de 2020, es “otro éxito político”.
Woodward saltó a la fama cuando, como periodista del diario The Washington Post, ayudó junto a Carl Bernstein a desvelar el escándalo de Watergate que tumbó al presidente Richard Nixon en 1974.
“Rage” es su segundo libro sobre la presidencia de Trump, luego de “Fear” (Miedo), publicado en septiembre de 2018, en el que presenta un presidente irascible y un caos en la Casa Blanca.
Pero más allá del respeto que Woodward suscita, también hubo críticas hacia este icono del periodismo por retener una información así tantos meses pensando en su libro.
“En la situación actual de vida o muerte, ¿sigue siendo ética esta práctica tradicional?“, se preguntó David Boardman, decano de la escuela de periodismo de la Universidad Temple.
Consultado por el Washington Post, Woodward dijo que buscaba dar más contexto del que podría proporcionar en un artículo informativo.