El mercado del fútbol y el negocios con pelota parada

Siete meses sin actividad. Esa pasión de multitudes llamada fútbol permaneció paralizada durante un largo lapso durante 2020. Y, ahora, sufrió un nuevo breve stop. Y, ese parate, se transformó en un duro adversario para la industria, si se lo compara con otras ligas mundiales, lo que provocó una abrupta caída de ingresos, como consecuencia del alejamiento de sponsors, la pronunciada baja de socios, la imposibilidad de venta de tickets, así como la inexistente demanda de los principales mercados globales por los futbolistas argentinos.

“Mientras que otras Ligas regresaron en julio, en la Argentina tardó mucho más en arrancar”, recuerda Mariano Elizondo, Director de la Diplomatura de la Universidad Austral en Gestión de Entidades de Fútbol y expresidente de la Superliga argentina. El consultor explica que “el fútbol atraviesa una crisis económica importante en todo el mundo”, debido a que la pandemia impactó directo en el corazón de este negocio: el 20% de sus ingresos son generados por la venta de tickets, por lo que, con partidos a puertas cerradas, los principales clubes del planeta sufrieron una importante pérdida en sus tesorerías.

Sin mercado. Pero eso no fue todo: “La industria también se nutre de sponsors y las empresas se corrieron por problemas financieros”, agrega Elizondo. Una importante empresa vinculada al fútbol local renegoció su vínculo con los dos clubes más grandes en plena pandemia: “Los contratos por imagen u otros ítems son por tres años, pero se revisan anualmente. A las instituciones les dijimos que lo que pagábamos por un lapso determinado se extendía hasta tanto se cumplieran la cantidad de partidos oficiales estipulados originalmente. Lo que antes era por un lapso de doce meses, se transformó en un pago por un tiempo mayor”, explica un alto ejecutivo de esa compañía.

Otra gran fuente de ingresos de los clubes, las ventas de jugadores, sufrió el mismo efecto. “Como el gran libro de pases global es durante julio, no había futbolistas para transferir, por cuanto no estaban activos, no competían”, sostiene. La paralización de este tipo de operaciones afectó, sobre todo, a mercados considerados “productores” de jugadores, como Brasil, Colombia y Argentina. “Si el mundo no compra, los clubes tienen problemas, ya que más del 25% de sus ingresos se generan por las ventas de futbolistas”, subraya Elizondo.

España, Inglaterra e Italia fueron, tradicionalmente, los mercados más demandantes del talento de la región. Pero, en los últimos años, solo Lautaro Martínez (ex Racing, al Inter de Milán) y Lucas Martínez Quarta (ex River, a la Fiorentina), cruzaron el océano y aterrizaron en el Calcio. “Lo que ofrecemos no es consumido. Hay un tema de oferta y demanda. Hoy, esas ligas buscan jugadores a Francia, Holanda y Bélgica y no a la Argentina”, afirma Elizondo. La realidad de 2020 muestra, a las claras, este fenómeno: Chile es el principal mercado en el que los futbolistas argentinos desembarcaron: 110 jugadores de los casi 800 futbolistas profesionales que conforman los planteles de los clubes trasandinos son argentinos. Resultado: en 2020, el ingreso de este rubro fue del 20%, comparado con años anteriores.

El contexto local no solo está en crisis producto de los efectos globales. El hecho de que el formato de los torneos haya incluido a más equipos hace que el dinero de la televisión deba ser repartido entre más instituciones. “Argentina tiene 61 equipos entre primera y segunda. Por ejemplo, en España e Italia, hay 40/44, por lo que hay un 50% más de equipos que, en consecuencia, cobran menos”, agrega Elizondo.

Pese al contexto y al tiempo de inactividad de la industria, Marc Tarradas, Delegado de La Liga en la Argentina, destaca que “los órganos de gestión del fútbol local han evolucionado en los últimos años”, aunque consideró que “falta un poco de maduración en el sector, situación que nosotros vivimos en España en 2013”. “Había clubes muy endeudados, pero de a poco entre el Gobierno, los clubes, las federaciones y la Liga, como parte activa, pudimos cambiar eso. En la Argentina, estamos en un proceso de profesionalización y maduración”, agrega.

Milagro argentino. El consultor pone como ejemplo los casos de Defensa y Justicia, Talleres de Córdoba, Racing y River, clubes que, desde su óptica, muestran “una buena gestión” y, en lo deportivo, “a pesar de tener presupuestos más bajos que los clubes brasileños, pueden competir en el máximo nivel”. “Defensa fue campeón de la Sudamericana con uno de los presupuestos más bajos de la competición, compitiendo con instituciones como San Pablo. Eso es un éxito de gestión”, subraya Terradas.

Mauro Galiana, Director del Centro de Estudios del Deporte de la Universidad Austral, destaca que “fuera de la Argentina y de América latina, la gestión del deporte está profesionalizada. En el mercado local, hay talento natural en muchos deportes, no solo en el fútbol, pero no se trabaja como en otros lados. Hay que ver cómo se hacen las cosas y de qué manera gestionan en Europa, por ejemplo, en el Reino Unido. Cuando se observan las diferencias, llegás a la conclusión de que es más meritorio lo que hacemos acá para ganar algo que allá”, se explaya.

Galiana considera que, en el ámbito local, “hay un gran campo para trabajar, dado que la brecha es enorme en gestión, capacitación y profesionalización, no tanto en talento”. Y cierra: “En Europa, hay deportistas que se entrenan en algunas universidades, así como tenés clubes de fútbol con oficinas de captación en ámbitos educativos. Cuando ves ese ecosistema afuera, pensás que acá es un milagro que haya deportistas que saquen medallas. Lo que queremos hacer desde la Universidad es sumar un grano de arena para profesionalizar el deporte, desde la innovación, investigación y enseñanza”. ¿Será el inicio de una nueva era de profesionalización del fútbol?