El mercado que alcanzaría los 11.000 millones de dólares en 2025
En la actualidad, los textiles inteligentes se convirtieron en productos con un alto valor añadido, que satisfacen las necesidades del consumidor y que ayudan de diferentes maneras en el desarrollo de una vida más sustentable.
Un estudio de la consultora especializada en el sector tecnológico y digital, Juniper Research, tras analizar el mercado de los “wearables”, estableció que esta industria -que en 2020 generó 1.000 millones de dólares- alcanzará en 2025 los 11.000 de dólares, un impulso que vendrá dado por el sector del fitness.
“Los textiles inteligentes son tejidos que tienen componentes electrónicos incorporados, que pueden incluir dispositivos como conductores, circuitos integrados, diodos emisores de luz, baterías y hasta pequeñas computadoras. Tienen los dispositivos electrónicos entretejidos de manera imperceptible, lo que les permite ser flexibles”, explica el equipo de Sole Silva Textiles.
Según sea su actividad, actualmente podemos encontrarnos con tres generaciones bien diferenciadas de textiles inteligentes:
• Textiles inteligentes pasivos: constituyen la primera generación de textiles inteligentes, los cuales solamente pueden sentir las condiciones medioambientales o estímulos exteriores.
• Textiles inteligentes activos: estos van un paso más allá, ya que tienen la capacidad de sentir, pero además reaccionan frente a una determinada situación. Son textiles con memoria de la forma, camaleónicos, termorreguladores, que pueden almacenar calor, absorber el vapor, etc.
• Textiles ultra inteligentes o muy activos: esta tercera generación de textiles no solo puede detectar y reaccionar, sino que además se adaptan a las condiciones y estímulos del medio.
Si bien pueden satisfacer distintas necesidades y cubrir diferentes aspectos, los servicios de salud, bienestar y deporte son algunos de los principales campos que ya están viendo los beneficios de la analítica biométrica en tiempo real que proporciona la combinación del IoT, el 5G y el edge computing ya que ayuda a evitar incidentes y adelantarse a posibles necesidades médicas.
En este sentido, el uso de tecnologías como el IoT, Big Data y 5G son fundamentales. Por un lado, es necesaria la conectividad de las prendas o los gadgets para emitir los datos. Por otro, una red móvil de gran capacidad, cuya baja latencia permita la transmisión instantánea de toda la información y, por último, una tecnología capaz de analizar esa gran cantidad de datos.
“Si bien es un término e industria que todavía se encuentra en pleno desarrollo, y el cuál tiene un amplio margen de mejora por delante, está claro que la ropa inteligente es el futuro de la moda, como también de la salud”, finaliza el equipo de Sole Silva Textiles.