Italia: la edad media de los nuevos casos ya está debajo de los 30 años
Los positivos registrados entre el 17 y el 23 de agosto tuvieron una edad promedio de 29 años, en línea con una “tendencia de descenso” de los nuevos casos que se registra desde junio.
Mientras la edad media de los nuevos casos de coronavirus en Italia alcanzó la última semana los 29 años, casi la mitad de los 59 años promedio desde el inicio de la pandemia, el país informó ayer 1.462 positivos, el número más alto desde la flexibilización de medidas iniciada el 3 de junio.
El registro de los 1.462 casos en todo el país, anunciado por el Ministerio de Salud, marca un ligero aumento frente a los 1.411 de ayer, así como la quinta vez que se superan los 1.000 contagios diarios en una semana.
Cinco regiones superaron los 100 casos diarios y, por segundo día consecutivo, todas las 21 regiones y provincias autónomas informaron al menos un positivo, agregó el Ministerio.
Además, las autoridades sanitarias informaron que hubo nueve fallecimientos, que llevan el total desde el inicio de la pandemia a 35.462, sobre un total de más de 263.000 casos.
En ese marco, según el informe epidemiológico semanal del Instituto Superior de Salud (ISS), los positivos registrados entre el 17 y el 23 de agosto tuvieron una edad promedio de 29 años, en línea con una “tendencia de descenso” de los nuevos casos que se registra desde junio.
Dado que los cuadros clínicos de coronavirus son menos graves en personas jóvenes que en adultos mayores, el ISS dijo que se ve una “menor gravedad clínica en los casos diagnosticados que, en la mayor parte de los casos, son asintomáticos”.
Solo el 20,8% de los contagios registrados se debieron a los denominados “casos importados”, que el Gobierno busca limitar a través de mayores restricciones a las personas que entren o regresen al país tras las vacaciones de verano.
Según el informe, firmado también por el Ministerio de Salud, solo el 20,8% de los contagios registrados se debieron a los denominados “casos importados”, que el Gobierno busca limitar a través de mayores restricciones a las personas que entren o regresen al país tras las vacaciones de verano.