Muere Diego Armando Maradona a los 60 años por un paro cardiaco

Según adelanta su agente Matías MorlaDiego Armando Maradona ha fallecido a causa de una parada cardiorrespiratoria en su residencia en Tigre, donde se recuperaba de una reciente intervención quirúrgica en la que se le fue extraído un coágulo del cerebro. Según muestran las imágenes de la prensa local, varias ambulancias se han trasladado a su residencia en las últimas horas, pero no ha sido posible salvar la vida del astro argentino

El entrenador, de 60 años, estuvo a principios de noviembre 10 días internado en una clínica de Buenos Aires por anemia, deshidratación y con un “bajón anímico”, pero al hacerle chequeos se le diagnosticó un hematoma subdural por el que fue operado. “Yo no creo que haya ahora mismo un argentino al que no se le esté cayendo una lagrimita”, dice Oscar Alfredo Ruggeri, exjugador del Real Madrid e íntimo amigo de El Pelusa. “Diego unió a un país como nadie antes o después lo había hecho”, lamentó en el directo de ESPN sobre la muerte del icono.

Durante los últimos veinte años, más o menos desde que abandonó el fútbol en activo, Maradona ha dado numerosos sustos relacionados con la salud a sus seguidores. Obesidad, problemas de corazón, de estómago, articulares, adicciones al alcohol, la cocaína y los sonmíferos… En sus últimos días, apenas era capaz de vivir normalmente sin la ayuda de un equipo de enfermeros que están disponibles las 24 horas. Su cuerpo, antaño capaz de quebrar cualquier cintura, parecía el de un anciano, castigado por los golpes de su época como jugador y por un intenso maltrato posterior.

“Tenemos un grupo de Whatsapp de los del Mundial 86”, continúa Ruggeri, “y todos están diciendo: ‘No, no, por favor, decíme que es mentira'”. “De verdad llegamos a creer que era inmortal… nos dio tantos sustos que dábamos por hecho que acabaría gambeteando en el último momento, como siempre”, dice el central de Argentina.

La noticia ha conmocionado a Argentina. Aunque el final fatal es un escenario que siempre ha estado presente, las últimas noticias apuntaban a una correcta recuperación, con episodios esporádicos de “confusión” que los médicos achacaban al síndrome de abstinencia. En torno a su barrio de nacimiento, Villa Fiorito, muchos vecinos se han echado a la calle en muestra de respeto.

Maradona irrumpió en el fútbol mundial en 1982, fue campeón del mundo en 1986 y subcampeón cuatro años más tarde, en Italia. En Europa, pasó por el FC Barcelona, el Nápoles y el Sevilla, con distinto éxito. Mientras que en el Camp Nou fue una sensación -aunque lo dejaron ir por considerarlo “inmanejable”-, fue en el sur de Italia donde más disfrutaron del juego de El Diez, que les llevó a ganar dos ligas y una copa de la UEFA. A Sevilla llegó una versión en baja forma de Diego, después de cumplir dos años de sanción por consumo de cocaína que marcó el declive de su carrera. Asediado por sus dependencias, apenas pasó unos meses en el Pizjuán antes de refugiarse de nuevo en Argentina, de donde no volvería a salir a nivel profesional.

El alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, ha informado que cambiará el nombre de San Paolo por el de Diego Maradona.

Ídolo en el césped, mal ejemplo fuera de él. Maradona arrastró siempre una mala relación con los controles antidoping que le llevó a dar positivo en tres ocasiones. La primera, en 1991, le supuso una sanción de 15 meses cuando jugaba en Nápoles. Regresó en 1992 solo para ponerse apunto y jugar el Mundial 94, en Estados Unidos, donde dio positivo por efedrina y fue de nuevo suspendido por otros quince meses.

“Nosotros lo hemos pasado muy mal. Diego, como los demás, vivimos con una enorme presión durante toda su vida”, explica un compungido Ruggeri en ESPN. “En la Selección se notaba que teníamos que ganar, que siempre se nos exigía lo máximo… si eso nos desgastaba a todos, a Diego era mil veces más, porque era el tipo que te podía ganar la copa. No me extrañaría que todos los de esa generación muriésemos así, desgastados por la presión”. Además de las adicciones derivadas de la presión a la que estaba sometido, Maradona protagonizó varios episodios oscuros relacionados con el maltrato a mujeres, el acoso, el fomento de la prostitución y los insultos públicos a transexuales y homosexuales.

Se fue un 25 de noviembre, como sus admirados Fidel Castro y George Best.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *