Natura da un paso más hacia el desarrollo sustentable
Natura, la empresa de Investigación Agropecuaria Embrapa y la Cooperativa Agrícola Mixta de Tomé-Açu desarrollaron una innovadora forma de cultivar la planta de palma, un insumo clave para la industria cosmética y alimenticia, sin deforestar el planeta. Este proyecto comprobó que la palma es más productiva y sustentable cuando es producida en sistemas agroforestales (conocidos como SAFs) en comparación con el sistema tradicional de monocultivo.
El aceite de palma es el más usado en el mundo, y junto con sus derivados, un componente fundamental en la industria cosmética debido a sus funciones como agente estructurante, emoliente y tensoactivo. Sin embargo, la producción del árbol se asocia históricamente al monocultivo, responsable de la deforestación de selvas tropicales, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación por la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación del suelo por el uso de agrotóxicos.
Ante esta dramática situación, Natura tomo la posta y condujo el estudio que comprobó que es posible cultivar el aceite de palma de manera más sustentable. En contra de la creencia de que no se podría cultivar junto con otras especies, el SAF Dendê demostró tener buena productividad para mitigar los efectos del cambio climático. También es rentable para el agricultor ya que le permite la cosecha en simultáneo de diferentes especies además de la palma.
“El desarrollo sustentable no debe ser una alternativa, sino una solución cada vez más amplia y constante en toda nuestra cadena productiva. En nuestra Visión para 2050, tenemos grandes ambiciones para generar impacto positivo, lo que implica un incansable trabajo de emprendedurismo e innovación. El SAF Dendê es la prueba de que innovar es esencial para ello”, maniestó Roseli Mello, Head Global de I&D de Natura.
El proyecto comenzó en 2008 con la plantación de 18 hectáreas de unidades demostrativas en el estado brasileño de Pará, en donde se intentó recrear el ambiente original de crecimiento de la palma, la selva. Por eso, las plantaciones se realizaron junto con otras plantas como mandioca, banana, pimienta, cacao, y maderas, entre otras. Ahora cuenta con más de 60 hectáreas de plantaciones, y recibió una inversión de US$4,7 millones por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), al momento en que integró el equipo el Centro Internacional de Investigación Agroforestal (ICRAF).