Ola de calor en la Patagonia y un invierno templado en Moscú: enero de 2025 registró temperaturas récord

El inicio del año trajo registros alarmantes. Una ciudad de Argentina se ubicó primera a nivel mundial por alcanzar los 43.6  grados. La Niña no logró moderar las marcas térmicas globales

El mes de enero de 2025 estuvo marcado por temperaturas excepcionalmente altas en diversas regiones del mundo, tanto en el hemisferio norte como en el sur.

En ciudades habitualmente frías, los registros fueron más cálidos de lo normal. En regiones tropicales y subtropicales las olas de calor han sido más intensas.

Varias ciudades registraron temperaturas extremas que batieron récords históricos. En el primer puesto a nivel mundial, se ubica Trelew, en Argentina, donde el 12 de enero pasado la temperatura alcanzó los 43.6 grados. Fue la más alta jamás registrada en la ciudad patagónica, según datos compartidos por el historiador climático Maximiliano Herrera. Después le siguieron la localidad de La Roche, en Nueva Caledonia, y Kalbarri, en Australia.

Por otra parte, el invierno boreal no fue tan crudo. En Moscú, Rusia, por primera vez en la historia, la temperatura media mensual de enero ha superado los 0 °C, lo que refleja un cambio significativo en el clima de la región.

En otras partes de Europa y América del Norte, el invierno ha sido notablemente más suave, con menos días de heladas y un inicio de año atípicamente templado.

Si bien estos datos sugieren que enero de 2025 ha sido uno de los meses más cálidos registrados, los organismos oficiales aún deben confirmar la magnitud exacta del aumento de temperatura.

No hay información oficial aún que confirme que la anomalía global en enero haya sido de 1.75 grados por encima de los niveles preindustriales (1850-1900). Se espera que en las próximas semanas la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) publiquen informes con cifras precisas para evaluar el verdadero impacto térmico de este mes.

Por qué La Niña no tuvo el efecto esperado

Un elemento clave en el análisis de enero de 2025 es la influencia de La Niña, un fenómeno climático que, en teoría, debería haber traído temperaturas más frías a nivel global. Sin embargo, las mediciones indican que el efecto de enfriamiento de La Niña fue insuficiente para contrarrestar el calentamiento global.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, La Niña emergió en diciembre de 2024 y se reflejó en temperaturas de la superficie del mar por debajo del promedio en el Pacífico ecuatorial central y este-central.

Se espera que este patrón climático persista hasta abril de 2025, con una posible transición a condiciones neutrales entre marzo y mayo.

Históricamente, los meses de enero bajo La Niña han sido más fríos que los años con El Niño o cuando se dan condiciones neutras. Sin embargo, enero de 2025 ha desafiado esta tendencia, con temperaturas superiores a lo esperado.

El científico climático Zeke Hausfather, de Berkeley Earth, expresó su sorpresa ante esta situación: “Un récord inesperado en enero puede presagiar temperaturas más altas este año de lo que muchos de nosotros pensábamos”.

En 2024, el mundo experimentó el año más cálido jamás registrado, con una temperatura media 1.55°C por encima de los niveles preindustriales, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).

La OMM confirmó que 2024 fue el primer año en que la temperatura media global superó el límite de 1.5°C establecido en el Acuerdo de París, lo que representa una advertencia clara sobre el ritmo del calentamiento global.

El fenómeno de El Niño 2023-2024 fue un factor clave en el aumento de temperaturas durante el año pasado. Sin embargo, la comunidad científica esperaba que La Niña en 2025 redujera parcialmente el calor global, algo que hasta el momento no ha sucedido.

Hausfather explicó que las temperaturas de los últimos meses han estado en el extremo superior de lo observado tras cualquier otro evento de El Niño en la historia. Esto indica que el calentamiento global está afectando cada vez más los patrones climáticos naturales, lo que genera incertidumbre sobre la evolución de las temperaturas en los próximos años.

Desde hace tiempo, los científicos han advertido que las emisiones de gases de efecto invernadero están alterando los patrones climáticos naturales. La OMM alertó en diciembre de 2024 que, a pesar de la presencia de La Niña en 2025, el calentamiento global no dará tregua.

Samantha Burgess, experta en clima del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Plazo Medio (ECMWF), enfatizó que cada uno de los últimos diez años se encuentra entre los más cálidos registrados. La humanidad se encuentra “al borde de superar permanentemente el umbral de 1.5° grados”, lo que podría llevar a consecuencias climáticas irreversibles.

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