River, VAR, Palmeiras
En el ambiente futbolero muchos piensan que River es uno de los equipos más beneficiados por el VAR. Fallos como contra Independiente, tras una clara patada de Javier Pinola a Martín Benítez, o el polémico penal en las semifinales contra Flamengo, crearon una falsa sensación en los amantes del fútbol.
La derrota ante Palmeiras, en la que el VAR tuvo una incidencia clave, generó miles de MEMES en las redes sociales sobre que ahora River sufría lo que alguna vez lo benefició. Pero además de esto, también hubo cargadas al equipo brasileño, que tuvo un pésimo partido, y a un supuesto toque divino de Diego Maradona para beneficiar al equipo brasileño.
River pasó de la euforia total a retomar la búsqueda de la hazaña en Brasil y de ahí al a verse ante la chance de firmar la hazaña para luego enloquecer, todo con un factor común: el VAR. Es que el sistema de revisión de jugadas fue protagonista en dos oportunidades en el partido de semifinales de la Copa Libertadores que el Millonario juega ante Palmeiras en la revancha de la llave continental.
El gol anulado
A los seis minutos del complemento, cuando el Millonario era una tromba y ya ganaba 2 a 0, Fabrizio Angileri envió un centro pasado al área desde la izquierda que encontró por el segundo palo a Gonzalo Montiel, quien definió con una volea rasa lo que era el tercero y la igualdad de la serie que el equipo argentino arrancó 0-3 en Brasil.
Todo River celebraba ese gol que le daba a la llave el tinte de la épica de la que había hablado Gallardo luego del golpazo sufrido en la ida disputada en Avellaneda. “En Brasil tendremos que tener una noche épica, de esas que existen en el fútbol”, había mencionado y parecía, a esa altura, toda una visión de lo que pasaría siete días después.
Sin embargo, cuando el equipo se disponía a sacar del medio para buscar el cuarto, el que le daría la llave y evitaría los penales, el árbitro uruguayo Esteban Ostojich advirtió el llamado del VAR, que chequeó la posición de Borré en la jugada previa, cuando Enzo Pérez se lanzó al ataque desde el medio y con una jugada personal llegó hasta el borde del área grande y, tras soltar la pelota, el colombiano se encontraba en posición ilícita.
Fueron tres minutos de parate en el juego. Tres minutos de tensión y nerviosismo hasta que el árbitro hizo la seña de la anulación vía VAR -a cargo del colombiano Nicolás Gallo-. Lejos de desatar el caos, Marcelo Gallardo se mostró más calmo que nunca y se acercó al cuarto árbitro para preguntarle qué había pasado. “Marcó offside”, le contestó la autoridad.
El penal corregido
Recuperado del golpe que implicó la anulación del tanto que igualaba la serie, River siguió con su método: juego asociado, ataque agresivo y búsqueda permanente del arco rival. Así, a los 74 minutos, uno después de haber sufrido la expulsión de Rojas, Nacho Fernández habilitó a Matías Suárez, este ingresó al área con pelota dominada y ante la marca de Alan Empereur cayó desplomado. El árbitro no dudó: penal.
Era una nueva chance de intentar llegar al tercero, el que tanto necesitaba, pero el VAR -a cargo del colombiano Nicolás Gallo– volvió a hacer de las suyas. No fue polémica la corrección de la decisión de Esteban Ostojich porque, efectivamente, no hubo falta del brasileño sobre Suárez. Lo que desató los nervios de todo River fueron los cuatro minutos en los que se terminó por decidir que no había habido falta.