El segundo concierto de Raphael
Desde que acabó el estado de alarma, en Madrid se han hecho conciertos con tercio de aforo en La Riviera, en Moby Dick, en el Fernán Gómez, en el Teatro Lara… y todos ellos fueron una buena noticia, un motivo para la esperanza en la cultura segura. No ha ocurrido lo mismo con el doblete de Raphael, este fin de semana en el Wizink Center, aunque las medidas de seguridad hayan sido bastante más estrictas que las del resto de eventos musicales que se han podido organizar estos últimos meses.
El segundo concierto de Raphael, celebrado esta noche de domingo en el Wizink Center de Madrid, ha congregado a unas cinco mil personas y ha transcurrido «sin incidencias y respetando todas las medidas de seguridad», tras la polémica surgida acerca del aforo en el concierto del sábado.
Loquillo nació con un objetivo, una marca de Caín en su entrecejo: ser una «rock & roll star». Y lo consiguió, el chico del barrio del Clot lo consiguió. También mantenerse, ojo. Este 21 de diciembre cumple 60 años, y el artista continúa erguido «sin hacer el avestruz» y sacando discos e incluso libros, como aquel «Chanel, cocaína y Dom Pérignon», último tomo de sus memorias noveladas, en cuya presentación el año pasado reflexionó: « En España hay una asignatura pendiente de envejecer con elegancia en el rock».